Y con la Navidad, los Reyes y el carbón llegó Belén!!! Tan diminuta que hizo de una cajita de lápices su primera cuna. 9cm de pura ternura que quedaba holguera en cualquier espacio...y empecé la búsqueda intensiva para alojar ese pegotillo con chupete! ¿Queréis saber que pasó? Pues resultó que ni en una tacita, ni a lo American Beauty con bolitas de colores, ni en una cajita de lata (muy cuqui, todo hay que decirlo), encontraba su sitio... Y entonces lo decidí, yo fabricaría una cuna. Sí, no es que yo sea muy mañosa... tampoco estamos hablando de hacerle una mansión, es sólo una cuna...y mi abuelo era carpintero (mi cuna la hizo él), vaya que algo de genética ebanista habré heredado... Lo primero fue visualizarla...pero no podía, porque no tenía nada parecido a lo que yo visualizaba con lo que poder contruirla. Así que, cambie el orden de los factores; Lo primero sería reunir los materiales (todo lo que fuese suceptible de ser apto para su construcción) y ya
Batiburrillo de ideas inconexas que clasifiqué en pestañitas