¡Hola lectorines! Octubre ha llegado con un canal bajo el brazo, sí, al final no pude resistirme al mundo YOUTUBE. Fácil, yo que soy una friki de esta plataforma y consumo más vídeos al día que kilocalorias, era de extrañar que tardara mucho en hacer los mios propios, sólo por el placer de decirme a mi misma, si, tú si quieres también puedes. Pero en lo poco que llevo, he podido comprobar que de la idea del "Tú también puedes" a la práctica del "¿Qué estoy haciendo?" hay un minipaso extraño con el que no contaba.Vamos que no está siendo un paseo de vinos y rosas y por qué no compartirlo con vosotros que no dais guerra y me queréis. 1. Cuando sentí el impulso comprobé que no tenia cámara con la que grabar (paso importante). Indague por internet que video-cámaras se recomendaban para youtuber principiantes y ninguna bajaba de los 200€ ¿En serio? Deseché la idea de adquirí una de esas, y me lancé al mundo de la segunda mano...que está lleno de secretillos en forma
Batiburrillo de ideas inconexas que clasifiqué en pestañitas