Compré libretas con hojas en blanco y bolígrafos de colores (con purpurina) para anotar todo lo emocionante, también fluorescentes para que lo reseñable no pasara despercibido. Una agenda con muchos días por vivir y pegatinas divertidas con las que adornarlos. Borradores (importantísimo), un paquete de cuatro para no quedarme corta, este año no quería tachones, a estas alturas si se pueden prever los tachones en mi vida se agradece. Por último un gran corcho para las cosas memorables, un tablón dónde inspirarme cuando en el despacho fijara la vista en ese trozo vacío que era antes mi pared (de gotelé, por si no fuera suficiente). Pero estaba vacío... Por eso tenía mil posibilidades....¡Como septiembre!
Me sacan poco por aquí...y demasiado por el parque. !Holita a todos! |
Septiembre, es como un enero sin frío, sin cuesta y sin rebajas. Pero en septiembre todo comienza de nuevo. Huele a tierra mojada y a forro de libros, a un beso que no olvidaré y que tampoco fue de verano, sino de septiembre. Me envuelve en rebequitas de colores, y su brisa fresca me devuelve ilusiones renovadas. Suma y empuja. Tanto es así que un año me empujó a comenzar un modulo de "Prevención de riesgos laborales" que nada tiene que ver conmigo, pero ahí lo llevas. Porque septiembre encarna mil y una posibilidades, ¡Suena bien!
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